Las personas con ansiedad social sienten un miedo intenso a situaciones sociales en las que pueden ser evaluadas negativamente por otras personas y se preocupan por ser consideradas como ansiosas, débiles, aburridas o desagradables (DSM-5). También temen manifestar síntomas de ansiedad como sudoración, balbuceos, rubores o temblores. Es común entonces que se eviten determinadas conductas, por ejemplo, beber, comer o escribir delante de otras personas, hablar en público, expresar opiniones…
Algunas personas sufren ansiedad anticipatoria, es decir, se preocupan días o incluso semanas antes de acudir a un evento. Otras, evitan acudir a situaciones sociales de una forma generalizada o realizan conductas de escape como ir al cuarto de baño de forma frecuente cuando están en ellas.
Sufrir ansiedad social conlleva consecuencias en la vida cotidiana de la persona. Las personas jóvenes tienen más riesgo de abandonar sus estudios y los adultos experimentan alteraciones en su nivel de bienestar, en su vida laboral, sus actividades de ocio, su nivel socioeconómico y su calidad de vida. Las probabilidades de no tener una vida de pareja satisfactoria y de no tener hijos también son más altas.
La mayor parte de las personas que sufren este trastorno comienzan a experimentar sus síntomas entre los 8 y los 15 años. A veces se desarrolla a partir de un patrón de timidez en la infancia, otras veces es precedido de una experiencia que se vive de forma estresante o humillante, o después de cambios vitales que requieren una nueva forma de comportarse socialmente (como un ascenso en el trabajo).
A veces las personas que experimentan ansiedad social pueden sentirse deprimidas debido a su aislamiento social o inclinadas a consumir sustancias adictivas en situaciones sociales. Esto puede hacer que el impacto negativo en la vida de la persona sea mayor.
Este trastorno ha de diferenciarse de la timidez normal, que representa una forma de comportarse no patológica por sí misma y que no conlleva consecuencias negativas en la vida social, académica o laboral de la persona.
Referencias: Psiquiatría, A. A. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales-DSM 5. Médica Panamericana.