Sentir ansiedad de una forma ocasional es algo normal en la vida y parte de ella. Podemos sentirnos ansiosos/as ante una amplia diversidad de situaciones: problemas en el trabajo, antes de hacer un examen o mientras estamos haciéndolo, o al tener que tomar decisiones importantes. Pero cuando una persona sufre un trastorno de ansiedad lo que experimenta es algo más que un sentimiento temporal y pasajero de preocupación o miedo y puede volverse más grave con el tiempo si no se le hace frente de una manera adecuada. La ansiedad puede interferir en la vida cotidiana de una persona, en su actividad laboral o académica y en sus relaciones sociales.
Existen diferentes tipos de problemas relacionados con la ansiedad, a continuación se describen de forma breve algunos de ellos:
Ansiedad generalizada
Las personas que sufren ansiedad generalizada muestran una activación excesiva y/o sentimientos de preocupación durante meses además de otras posibles señales:
- Inquietud
- Fatiga o cansancio
- Dificultades para concentrarse o para dejar la mente en blanco
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Dificultades para controlar las preocupaciones
- Problemas de sueño, dificultades para quedarse dormido/a o mantener el sueño, teniendo por la mañana la sensación de que no se ha descansado
Trastorno de pánico
Las personas que sufren un trastorno de pánico tienen ataques de pánico inesperados de forma repetida. En ellos sienten un miedo intenso con posibles palpitaciones, ritmo cardíaco acelerado, sudoración, temblores, dificultades para respirar o sensación de ahogo y sensación de muerte inminente.
Además, los síntomas del trastorno de pánico pueden incluir:
- Episodios repentinos y repetidos de miedo intenso
- Sensación de pérdida de control
- Preocupaciones intensas sobre sufrir de nuevo otro ataque de pánico
- Evitación de lugares donde se ha experimentado anteriormente un ataque de pánico
Ansiedad social
Las personas que sufren ansiedad social (también llamada fobia social) sienten un miedo intenso ante situaciones sociales en las que creen que pueden sentirse ruborizadas, avergonzadas, juzgadas o rechazadas.
Algunos de los síntomas de la ansiedad social son:
- Sentir ansiedad ante situaciones en las que se ha de estar con otras personas y tener problemas para hablar con ellas
- Son personas que están muy pendientes de su propia conducta cuando están con otras personas y se preocupan por poder sentirse humilladas, avergonzadas o rechazadas
- Miedo intenso a ser juzgadas por otras personas
- La preocupación comienza días o semanas antes de que llegue la situación social temida
- Se evitan lugares en los que es probable encontrarse con otras personas
- Construir relaciones de amistad y mantenerlas cuesta un gran esfuerzo
- Se ruborizan y experimentan sudoración o temblores en situaciones sociales
- Pueden sentir náuseas o molestias estomacales
¿Cómo ayuda la psicología en el tratamiento de los trastornos de ansiedad?
Los psicólogos trabajamos ayudando a nuestros pacientes a poner en práctica formas efectivas de manejar su ansiedad. El enfoque cognitivo-conductual cuenta con una buena evidencia científica y una alta eficacia para el tratamiento de estos problemas. Los psicólogos ayudamos a los pacientes a identificar y manejar aquellos factores que contribuyen a mantener sus niveles altos de activación.
Gracias al componente cognitivo de la terapia, los pacientes aprenden a comprender cómo sus pensamientos contribuyen al incremento de sus síntomas de ansiedad. Aprendiendo a cambiar estos patrones de pensamiento pueden reducir su intensidad. Mediante el componente conductual, los pacientes aprenden técnicas para reducir conductas asociadas a sus problemas de ansiedad.
En terapia psicólogos y pacientes trabajamos de forma conjunta para identificar preocupaciones específicas y desarrollar estrategias y técnicas concretas para mitigar su ansiedad.
Las terapias enfocadas en rebajar los niveles de ansiedad suelen tener éxito. Los pacientes que la sufren normalmente son capaces de reducir o eliminar sus síntomas después de unas semanas de terapia, y muchos pacientes se sienten mejor después de unas pocas sesiones.
Referencia: www.nimh.nih.gov